Rana rana, rana gorda...

He tardado casi 40 años en tener ganas de correr...y también de nadar y montar en bici.

En esto, como en todo, siempre hay un culpable o un motivo.

Me siento bien haciéndolo.

Unos días apetece más que otros, pero una vez que empiezas, ya no quieres parar.







31/3/10

27 y 28 de marzo 2010 -running+bici

El sábado por la mañana me levanté, desayuné y a la media hora salí a correr, sin tener muy claro por dónde ir.

Bajé hacia la Laguna de los Patos, y seguí hacia la Senda del Mesto. Me había propuesto correr una hora aproximadamente, pero dependía más de mi cintilla que de mis ganas de hacerlo.

El día estaba precioso y la temperatura ideal. Miré el reloj y me di cuenta de que no llegaría hasta donde me había propuesto, así que me fui hacia la Cascada del Hervidero. Justo al empezar el camino de vuelta, la cintilla empieza a molestar y al ratín ya duele. Sigo andando y aprovecho para hablar por teléfono con las niñas. Arranco otra vez a trote cochinero, y otra vez lo mismo. Vuelvo a andar y otra vez a trotar.

Bueno, a pesar de ello, me gustó correr por el campo y estar corriendo (en su mayoría) durante una hora y 20' a ritmo tranquilo.

El domingo, tocaba bici. Carlos me propuso una tapia en la Cdc, pero el cambio de hora y el despertador, me dejaron en la cama. Así que me fui a media mañana por Sanagus, e hice un mix de Monteoliva-Senda del Mesto.

Me caí en una zarza, me hice sangre con tanta espina, estropeé el cortavientos y volví dolorida a casa. Pero fueron casi 20 K que me supieron a gloria.






MTB - 16/03/10

Han pasado 2 semanas desde esta salida...

Aprovechando lo que parecía la llegada definitiva de la primavera, nos organizamos para salir a mediodía para hacer la Senda del Mesto, pero al revés. No tiene nada que ver hacerla en un sentido o en el otro. Más de 200 metros de subida en sólo 4 kilómetros... para mí es duro!

Jose y Carlos salieron desde la ofi, yo desde casa. Me di toda la prisa que pude en llegar a casa, cambiarme, montar la rueda y pedalear para empezar la subida de Monteoliva antes que ellos. Salí zumbando.

Una vez en el polígono, empieza la subida. Pedales, pedales y molinillo, mucho molinillo. Reconozco que no me bajé de la bici porque no pude (por las calas), las pulsaciones por las nubes, todo el rato mirando hacia detrás para ver si venían mis chicos. Pensé que lo mismo ya estaban en la cima, que era nuestro punto de encuentro, pero no. De pronto veo aparecer una bala roja, a una velocidad que te hace replantearte algunas cosas... es Jose, tan sonriente, como si no le costase el más mínimo esfuerzo!! Me da ánimos y se da la vuelta para juntarse con Carlos que venía un poco por detrás. Al minuto me adelantan los dos y se distancian, sacándome una distancia considerable. Llegan arriba, se dan un descanso y en cuanto aparezco, otra vez a dar pedales. Es decir, yo descanso cero!

Empieza la bajada! Un pequeño tramo por asfalto y ya nos metemos en tierra y piedras... muchas piedras!! Llegamos al azud y a partir de ahí por el camino de tierra siguiendo el curso del río. Un paisaje alucinante, aunque la velocidad a la que vamos no deja disfrutarlo mucho.

Una salida estupenda, una compañía maravillosa y encima el tiempo acompaña... qué más se puede pedir? Lástima que ya llegando a casa se me sale la cadena y algo raro pasa que se desajusta el cambio. Pero bueno, tras visita al taller, ya está solucionado!

14/3/10

MTB - 14/03/10

Me levanto a las 8, con un cuerpo jota tremendo, con pocas horas de sueño como ya viene siendo costumbre. Una mañana muy, muy fría, 1º, un sol fabuloso y ni una nube. La bici en el coche y salgo hacia la carretera de Colmenar donde había quedado con Carlos, para desde ahí, ir a Moralzarzal a encontrarnos con Manolo. A las 9:15 ya estábamos allí, nos preparamos y a darle a los pedales.

Salimos de Moralzarzal por la Cañada Segoviana, para llegar hasta Manzanares, y desde allí la vuelta por El Boalo, Cerdeda y otra vez Moralzarzal.



Con todo lo que ha llovido últimamente, el campo estaba muy mojado, y el camino con mucho barro y charcos como piscinas. Al rato de empezar, en un charco ya se me mojó una de las zapas. Hablando de zapas, sigo con mis problemillas para desengancharme del pedal. Y ha pasado lo que ya había visualizado y he comentado a los chicos antes de empezar... me iba a caer, y así ha sido. Caída tonta casi en parado por no desengancharme. Ah! y también por mirar a Carlos que se ha caído 3 segundos antes!!!

Algunas subidas imposibles, barro como chocolate que te deja clavada, bajadas divertidísimas y unas vistas alucinantes, como ver Manzanares desde lo alto, con su castillo y el pantano... Y la montaña completamente nevada. Bonita foto, lástima de cámara.

Carlos: fino y fuerte, capaz de meter unos cambios de ritmo increíbles. Manolo fuerte y constante. Y yo, disfrutando mucho, aunque muy floja de fuerzas y con las pulsaciones altas.

En resumen: una mañana estupenda, como siempre con una compañía extraordinaria, con un montón de kilómetros en las piernas y contenta por haber conseguido terminarlos. ¡¡Treinta y dos!!

7/3/10

Duatlón Villa de Madrid - 7 marzo 2010

Ayer por la tarde llovía y llovía sin parar y las previsiones eran de lluvia y nieve. Después de preparar toda la ropa, bajé al garage para meter la bici en el coche. Es complicado meter una bici (aún para alguien de mi estatura) en un mini, aunque le quites la rueda. Todo preparado. Antes de las 12 me fui a dormir.

Estaba bastante nerviosa. Visualicé la carrera no sé cuántas veces y no era capaz de dormirme. A las 2 y media, desesperada me levanté y me asomé por la ventana para ver si llovía o qué. A las 3 estaba otra vez en la cama intentando conciliar el sueño... No sé a qué hora me dormiría, pero a las 6.30 sonaba el despertador. Ni el chorro de agua de la ducha era capaz de espabilarme!! A las 7.45 estaba en el Lago de la Cdc, donde había quedado con José y donde veríamos a gente del gimnasio. También hemos visto a Mario que iba a hacerse una tapia y pico...

Recogida de dorsal, preparar material, mil recomendaciones y a boxes. Menos mal que acompañada de un experto du/triatleta todo es más fácil.

La salida ha sido a las 9. Nos iban llamando y nos acercábamos al arco de salida. Venga... a correr. La gente ha salido sprintando... qué nivel. 3K, que aunque son pocos, me han fundido. Llevaba las pulsaciones altísimas, no cogía la respiración, y encima algo de catarro, sensaciones malas. Me crucé con Pablo y Mario, que me han dado ánimos.

Llegada a boxes para la 1ª transición. Segmento de bici= 10K. Me he puesto el casco, me he cambiado de zapas, y de las gafas ni me he acordado. Yo no sé cuánto tiempo he podido perder ahí, entre los guantes, los velcros, los cordones... un desastre. He empezado a correr con la bici hasta que el juez me ha dejado subirme a la bici. La cala de la zapa izda no era capaz de engancharla en el pedal. Pero bueno... un cortísimo tramo en llano y empieza a subir... Creo que es el Cerro Garabitas... Jopé... como 2K de interminable subida. Llegando a coronar la cuesta, me ha adelantado Julian, mi profe de spinning, que iba ya por su 2ª vuelta... Ahí me he dado cuenta de lo mal que iba... Bajada lo más rápido que he podido, tramo llano y... 2ª vuelta, otra vez para arriba. Cómo me pesaban las piernas y qué frío en las rodillas.

Llegada a boxes para la 2ª transición. Me ha costado desengancharme y también colgar la bici... pesaba como una vaca! Ya no podía más. Y ahora a correr?? No puedo... Sentada en el suelo me he cambiado de zapas, y no sé si habré estado como 3 minutos o así. No tengo ni idea, pero a los que había adelantado en la segunda bajada, les he visto salir a correr delante de mí.

He arrancado a correr casi arrastrando los pies. Esas piernas eran las mías? A los 200 metros me ha empezado a doler la rodilla y el kilómetro y medio de carrera, lo he hecho cojeando. Ya no me podía parar, ya tenía que terminar. Pero ya no veía a nadie por detrás de mí... ¿Qué pasa, que soy la última o qué? Diosss... qué mal, no? De pronto cuando estaba de vuelta, he visto a otra chica... pero ya qué más da... Mucho nivel para ser "popular" (excusa barata).

He entrado cojeando a meta. Un dolor horrible, que ha ido a más, un frío horroroso, y una sensación malísima.

Importante: tengo que dar las gracias a Jose por varias cosas: lo primero por creer en mí, lo segundo por animarme a apuntarme, lo tercero por acompañarme a esas horas cuando los federados no competían hasta la una, lo cuarto por sus consejos, lo quinto por su omnipresencia en distintos tramos de cada segmento para darme ánimos y lo sexto por haberse encargado de meter mi bici en el coche, porque en el estado que he terminado, no tenía fuerzas para hacerlo yo.

Repetir? Pues claro! Tengo que quitarme esta espinita clavada en lo más profundo.
Sufrir? Mucho.
Disfrutar? Pues también...

Pensé que lo haría mejor... no ha podido ser. Pero lo he terminado, y como me ha dicho Pablo: alguien tiene que llegar en las últimas posiciones... La próxima vez NO seré yo...

Me quedo con la frase de Jose: Ya eres duatleta!!