Rana rana, rana gorda...

He tardado casi 40 años en tener ganas de correr...y también de nadar y montar en bici.

En esto, como en todo, siempre hay un culpable o un motivo.

Me siento bien haciéndolo.

Unos días apetece más que otros, pero una vez que empiezas, ya no quieres parar.







18/1/11

Y ahora qué?

Llevo unos días pensando en marcarme un objetivo firme y claro para este año, eso sí, huyendo de presiones, que ya bastantes nos creamos o tenemos en el día a día cotidiano, pero dando esa chispita que me obligue un poco a esforzarme y no abandonarlo.

Y creo que va a ser la media maratón de Madrid, el domingo 3 de abril.


10 semanas por delante para conseguir pasar de 60' corriendo (extasiada) a el doble. Porque con terminarla me doy por más que satisfecha. Creo que es poco tiempo para prepararla, así que si en un par de semanas no veo evolución, buscaré otra media que me dé más tiempo...

Después (y mientras) seguiré nadando, pedaleando y corriendo. Intentaré mejorar mi marca en un 10K.... bajar 4' para mí ya sería un triunfo.

Y para hacer todo esto no sé muy bien de dónde sacaré fuerzas, porque la verdad es que estoy pelín floja, pero todo se andará (o correrá)...

Al fin y al cabo, esto se hace para disfrutar!

16/1/11

MTB: 12/01/11

El miércoles iba a ser un día triste para mí, lo sabía desde hacía unos cuantos días, así que propuse a los chicos hacer una salida en MTB una vez que saliéramos para siempre de la empresa.

La intención? mitigar, o como poco olvidar por unas horas con mis amigos la pena, miedo, angustia y rabia ante la situación que se presenta... (objetivo cumplido)

En fin... La mañana era espectacular, sin una sola nube y con una temperatura de unos 12º... Impresionante regalo después de estas últimas semanas tan lluviosas...

Salimos de casa hacia el cañón del río Guadalix. Ya por la vereda del río había barro, pero vamos... nada con lo que iríamos encontrando... El paisaje estaba precioso.


Es una ruta que hemos hecho unas cuantas veces y que no daría lugar a más sorpresas que los charcos que fuimos encontrando, y ver cómo bajaba el río de caudaloso y ruidoso. Claro que para sorpresa, casi llegando a Pedrezuela, Jose se da cuenta de que llevo la rueda delantera suelta...(Gracias Jose). Sí... soy un "bloody disaster"*. No la apreté... experta de mí. Lo milagroso fue que entre tanta piedra no hubiera besado el suelo y me hubiera dejado los dientes allí mismo. Y la bici totalmente frenada porque la zapata roza la rueda. (Con razón me costaba tanto subir las cuestas ;-P). Los chicos me apañan la bici y listo! Mil gracias.


Una vez en Pedrezuela nos dirigimos a la presa o Embalse de Pedrezuela por la carretera que va hasta Guadalix. Un buen tramo por asfalto que me da un respiro después de tanta piedra. Bordeamos el pantano hasta llegar a la presa, y de vuelta a Sanagus por Corepo y la dehesa de Moncalvillo, donde ya el barro es chocolate en el que me quedo literalmente clavada. Tengo que bajarme mil veces de la bici... Carlos y Jose bajan del tirón... será por la doble?? :-P


30 k con 400m de ascensión acumulada. Ruta fácil para Carlos y Jose, que están muy muy fuertes. 3 horas con la bici y acabé muy cansada, con los cuádriceps muy cargados. Contenta por los kilómetros rodados, pero contrariada viendo la realidad: me cuesta mucho y estoy perdiendo forma...

Gracias a Jose y a Carlos por su infinita paciencia conmigo. (Da gusto veros cómo subís las cuestas!! Sois lo más! Gracias!)


* puñetero desastre

12/1/11

Esos locos que corren...

... Es genial.

http://www.youtube.com/watch?v=B8vDzHm4t44&feature=player_embedded

(enviado por Emilio C.)
Y aquí va el texto... (sacado de un post de Kike)
Yo los conozco.Los he visto muchas veces.Son raros.Algunos salen temprano a la mañana y se empeñan en ganarle al sol.Otros se insolan al mediodía, se cansan a la tarde o intentan que no los atropelle un camión por la noche.Están locos.En verano corren, trotan, transpiran, se deshidratan y finalmente se cansan… sólo para disfrutar del descanso.En invierno se tapan, se abrigan, se quejan, se enfrían, se resfrían y dejan que la lluvia les moje la cara.Yo los he visto.Pasan rápido por la rambla, despacio entre los árboles, serpentean caminos de tierra, trepan cuestas empedradas, trotan en la banquina de una carretera perdida, esquivan olas en la playa, cruzan puentes de madera, pisan hojas secas, suben cerros, saltan charcos, atraviesan parques, se molestan con los autos que no frenan, disparan de un perro y corren, corren y corren.Escuchan música que acompaña el ritmo de sus piernas, escuchan a los horneros y a las gaviotas, escuchan sus latidos y su propia respiración, miran hacia delante, miran sus pies, huelen el viento que pasó por los eucaliptos, la brisa que salió de los naranjos, respiran el aire que llega de los pinos y entreparan cuando pasan frente a los jazmines.Yo los he visto.No están bien de la cabeza.Usan championes con aire y zapatillas de marca, corren descalzos o gastan calzados. Traspiran camisetas, calzan gorras y miden una y otra vez su propio tiempo.Están tratando de ganarle a alguien.Trotan con el cuerpo flojo, pasan a la del perro blanco, pican después de la columna, buscan una canilla para refrescarse… y siguen.Se inscriben en todas las carreras… pero no ganan ninguna.Empiezan a correrla en la noche anterior, sueñan que trotan y a la mañana se levantan como niños en Día de Reyes.Han preparado la ropa que descansa sobre una silla, como lo hacían en su infancia en víspera de vacaciones.El día antes de la carrera comen pastas y no toman alcohol, pero se premian con descaro y con asado apenas termina la competencia.Nunca pude calcularles la edad pero seguramente tienen entre 15 y 85 años.Son hombres y mujeres.No están bien.Se anotan en carreras de ocho o diez kilómetros y antes de empezar saben que no podrán ganar aunque falten todos los demás.Estrenan ansiedad en cada salida y unos minutos antes de la largada necesitan ir al baño.Ajustan su cronómetro y tratan de ubicar a los cuatro o cinco a los que hay que ganarles.Son sus referencias de carrera: “Cinco que corren parecido a mí”.Ganarle a uno solo de ellos será suficiente para dormir a la noche con una sonrisa.Disfrutan cuando pasan a otro corredor… pero lo alientan, le dicen que falta poco y le piden que no afloje.Preguntan por el puesto de hidratación y se enojan porque no aparece.Están locos, ellos saben que en sus casas tienen el agua que quieran, sin esperar que se la entregue un niño que levanta un vaso cuando pasan.Se quejan del sol que los mata o de la lluvia que no los deja ver.Están mal, ellos saben que allí cerca está la sombra de un sauce o el resguardo de un alero.No las preparan… pero tienen todas las excusas para el momento en que llegan a la meta.No las preparan…son parte de ellos.El viento en contra, no corría una gota de aire, el calzado nuevo, el circuito mal medido, los que largan caminando adelante y no te dejan pasar, el cumpleaños que fuimos anoche, la llaga en el pie derecho de la costura de la media nueva, la rodilla que me volvió a traicionar, arranqué demasiado rápido, no dieron agua, al llegar iba a picar pero no quise.Disfrutan al largar, disfrutan al correr y cuando llegan disfrutan de levantar los brazos porque dicen que lo han conseguido.¡Qué ganaron una vez más!No se dieron cuenta de que apenas si perdieron con un centenar o un millar de personas… pero insisten con que volvieron a ganar.Son raros.Se inventan una meta en cada carrera.Se ganan a sí mismos, a los que insisten en mirarlos desde la vereda, a los que los miran por televisión y a los que ni siquiera saben que hay locos que corren.Les tiemblan las manos cuando se pinchan la ropa al colocarse el número, simplemente por que no están bien.Los he visto pasar.Les duelen las piernas, se acalambran, les cuesta respirar, tienen puntadas en el costado… pero siguen.A medida que avanzan en la carrera los músculos sufren más y más, la cara se les desfigura, la transpiración corre por sus caras, las puntadas empiezan a repetirse y dos kilómetros antes de la llegada comienzan a preguntarse que están haciendo allí.¿Por qué no ser uno de los cuerdos que aplauden desde la vereda?Están locos.Yo los conozco bien.Cuando llegan se abrazan de su mujer o de su esposo que disimulan a puro amor la transpiración en su cara y en su cuerpo.Los esperan sus hijos y hasta algún nieto o algún abuelo les pega un grito solidario cuando atraviesan la meta.Llevan un cartel en la frente que apaga y prende que dice “Llegué -Tarea Cumplida”.Apenas llegan toman agua y se mojan la cabeza, se tiran en el pasto a reponerse pero se paran enseguida porque lo saludan los que llegaron antes.Se vuelven a tirar y otra vez se paran porque van a saludar a los que llegan después que ellos.Intentan tirar una pared con las dos manos, suben su pierna desde el tobillo, abrazan a otro loco que llega más transpirado que ellos.Los he visto muchas veces.Están mal de la cabeza.Miran con cariño y sin lástima al que llega diez minutos después, respetan al último y al penúltimo porque dicen que son respetados por el primero y por el segundo.Disfrutan de los aplausos aunque vengan cerrando la marcha ganándole solamente a la ambulancia o al tipo de la moto.Se agrupan por equipos y viajan 200 kilómetros para correr 10.Compran todas las fotos que les sacan y no advierten que son iguales a las de la carrera anterior.Cuelgan sus medallas en lugares de la casa en que la visita pueda verlas y tengan que preguntar.Están mal.-Esta es del mes pasado- dicen tratando de usar su tono más humilde.-Esta es la primera que gané- dicen omitiendo informar que esa se la entregaban a todos, incluyendo al que llegaba último y al inspector de tránsito.Dos días después de la carrera ya están tempranito saltando charcos, subiendo cordones, braceando rítmicamente, saludando ciclistas, golpeando las palmas de las manos de los colegas que se cruzan.Dicen que pocas personas por estos tiempos son capaces de estar solos -consigo mismo- una hora por día.Dicen que los pescadores, los nadadores y algunos más.Dicen que la gente no se banca tanto silencio.Dicen que ellos lo disfrutan.Dicen que proyectan y hacen balances, que se arrepienten y se congratulan, se cuestionan, preparan sus días mientras corren y conversan sin miedos con ellos mismos.Dicen que el resto busca excusas para estar siempre acompañado.Están mal de la cabeza.Yo los he visto.Algunos solo caminan… pero un día… cuando nadie los mira, se animan y trotan un poquito.En unos meses empezarán a transformarse y quedarán tan locos como ellos.Estiran, se miran, giran, respiran, suspiran y se tiran.Pican, frenan y vuelven a picar.Me parece que quieren ganarle a la muerte.Ellos dicen que quieren ganarle a la vida.Están completamente locos

6/1/11

San Silvestre Vallecana 2010

En tres escasos días se agotaron los dorsales para la carrera, pero anduve rápida y conseguí mi dorsal.

Como en todas las carreras, las horas previas me encontraba bastante nerviosa, a pesar de que el único objetivo era disfrutarla. Tenía claro que sí podría terminarla y había entrenado para ello, a pesar de que aún no consigo encontrarme en forma, aunque ésta sea bastante pobre.

A las 16:30 ya estábamos en el Bernabeu... Ojito el ambientazo que se respiraba!! Miles de corredores.... buff... impresiona eh!

Willy, el cuñao, Raki, su hermana Ruth, Mario con algún amigo, Zato con su mujer... A Jose Luis no le vimos, porque ya estaba en primera línea de salida. Krisma también estuvo por allí, pero tampoco le vimos... Cada unos a su cajón correspondiente.

Willy y yo nos quedamos en el de >60'. A las 17:30 empieza la salida, pero hasta las 18:15 no conseguimos traspasar la línea de salida. Se quedó una tarde impresionante, con una temperatura ideal para correr y ni una nube que amenazara lluvia.

La salida es bastante complicada y resulta bastante difícil correr. Subimos Concha Espina, trote cochinero y bien. Giramos a la derecha en Serrano y la carrera no se abre nada. Divertido ir adelantando a la gente. Corredores con tutú, con gorros, insensatos con niños pequeños... Llegamos al Ramiro y la bajada hacia María de Molina nos ofrece una vista espectacular: miles de corredores, la calle Serrano con sus luces de Navidad... Qué bonito!! A la altura de Juan Bravo las tiendas tan preciosas, la gente animando. Una pasada! Vamos disfrutando del ambiente. Me encuentro bastante bien y Willy que me lleva una botellita de agua, de vez en cuando me la ofrece. Voy en la gloria.

Casi llegando a la Puerta de Alcalá vemos a Claudio en sentido contrario a la marcha. Nos saludamos y nos acompaña unos cuantos metros casi hasta Cibeles. Ya en el paseo del Prado empiezo a notar el cansancio, y sobre todo, me sobra ropa. Según voy corriendo, me quito la camiseta de la SS, me quito otra que llevo debajo (aún llevo otra más!) y vuelvo a ponerme la de la SS. Me quito los guantes. Qué gusto!! Empiezo a sentirme un poco mejor! Willy se encarga de llevármelo todo! (1000 gracias!).

En Atocha vamos buscando a Torpe, que le dijo a Willy que estaría por allí... pero entre tanta gente no fuimos capaces de verle. Seguimos por ciudad de Barcelona, donde el paso se estrecha de tanta gente que no para de animar.

El ambiente es espectacular. Los niños dejan la mano puesta para que se la choques, y yo en alguna ocasión lo hago. El ritmo que llevamos no está nada mal, pero las fuerzas empiezan a fallarme. Llegamos a Vallecas y cada vez hay más gente por la calle, donde empieza la subida. Tengo que bajar el ritmo, me siento floja y para remate, la cintilla de la rodilla derecha empieza a molestarme. Me resulta incomodísimo correr con dolor.

Me ayudan los ánimos de Willy que no para de decirme que justo después del siguiente semáforo giramos a la derecha... jaja!! Pero el semáforo nunca llega... Sigo renqueante, pero ya por fin giramos y empieza la bajada. Recupero la respiración, pero las piernas no responden. Voy un poco a rastras, pero Willy tira de mi.

Ya no queda casi nada! Por un lado siento alivio, pero por otro lado casi que me da pena de que se acabe. Me resulta delicioso correr por Madrid, acompañada de Willy y de tanta gente, con las luces de Navidad y tanta gente animando.

Veo el cartel de 100 metros para la llegada... y ya está hecho! Entramos en meta en 1h03'23". Estoy super mareada... chip fuera y a por agua. Hay tanta gente!!! Qué lio!

El cuñao nos espera con unas cervezas para llevarnos en coche de vuelta a Valdebernardo, donde he dejado el coche. Esa cerveza me supo a gloria! Se acaba...

La carrera me deja contenta, no ya por el tiempo, sino por el ambiente, las sonrisas, los comentarios, las conversaciones que a ratos podemos mantener, y sobre todo, porque termino el año haciendo algo que me gusta y que nadie me iba a decir hace unos meses que podría hacerlo.

El año que viene, si puedo, repito.

Unos datos:
Tiempos de paso:
2,5k: 16'10"
5k: 30'58"
5,5k: 45'21"
10k: 1h03'23"
Media 6'20 min/k

Gracias a Josito por llevarnos y traernos (y por la cervecita) y gracias a Willy por su paciencia al acompañarme con mi trote cochinero, obviamente muy por debajo de sus posibilidades.