La noche anterior hice todo lo contrario a lo que debe hacerse: me acosté tarde y prácticamente no cené, pero lo cierto es que no tenía los nervios propios de la carrera. Estaba un poco preocupada de cómo lo haría porque, después de la media maratón de Madrid, el tobillo no me había dejado apenas correr.
Había quedado con Raki, pero los problemas para aparcar hicieron que llegara tarde y ya fue imposible encontrarnos... 20000 mujeres todas de color fucsia!! Como para encontrarnos!! (Por cierto, Raki y Ruth 1ªs clasificadas en la categoría "dos hermanas"... enhorabuena mákinas!)
Me coloqué lo más adelante que pude, a las 9 empezamos a correr. Me fui fijando en las mujeres que corrían alrededor mío... de todas las edades, de todas las hechuras, algunas con carritos de bebés, algunos hombres acompañando a sus chicas, algunos hombres con pelucas de mujer, muchas iban andando, otras incluso llevaban el bolso colgando del brazo... Y allí estaba yo, corriendo como buenamente podía, con un dolor cada vez más intenso en la rodilla.
Poco más que decir de la carrera. Un fuerte escalofrío recorrió mi espalda a la llegada a meta y unas ganas terribles de llorar al recordar duros momentos vividos. En mi mente las caras de personas y personitas que me dan tanto apoyo y cariño cada día y los ojos llenos de lágrimas...La corrí, la pude correr 7 meses y 7 días después de haber sido operada y sinceramente, me siento orgullosa y feliz de ello.
Cada año más de 22.000 mujeres son diagnosticadas de cáncer de mama. Una detección precoz es vital.

Foto cortesía de: Sebastián Navarrete Molina
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1 comentarios:
Muchas gracias Charo por los enlaces.
Saludos.
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