Rana rana, rana gorda...

He tardado casi 40 años en tener ganas de correr...y también de nadar y montar en bici.

En esto, como en todo, siempre hay un culpable o un motivo.

Me siento bien haciéndolo.

Unos días apetece más que otros, pero una vez que empiezas, ya no quieres parar.







8/1/10

4ª: Carrera Cuesta del Tirón - 13/09/09


Había estado entrenando, aunque nunca lo suficiente, para poder bajar tiempo. El recorrido no ayuda demasiado... muchas cuestas, y la famosa cuesta del tirón...

A primera hora corrían los peques, así que allí fuimos María, Anita y yo para encontrarnos con más niños y otros amigos y compañeros del trabajo.

Tras la delicia de ver correr a los niños (María, Anita, Coque, Evita, Vivi, Natalia, Adri...), y con sabor amargo por la caída de Vivi, nos colocamos en la línea de salida. Mucha gente conocida, muchos de San Agustín y mucha gente venida de fuera.

10 kilómetros por delante, pistoletazo de salida, y a correr!! Mis hijas, familia y amigos me animaban desde la grada en la primera vuelta a la pista de atletismo para, desde ahí, empezar con las cuestas de San Agustín. Unos metros llaneando y bien, salgo con Paco y José Luis, pero en la cuesta abajo les pierdo... Luego cuesta arriba eterna... Hacía demasiado calor, pero al principio no iba mal. Llevaba un pulgar con puntos y vendado (un desastre). Me había cogido el mp3 para hacer más llevaderos los km, pero por supuesto, no funcionó, así que ahí estaba yo... trotando, sudando, oyendo mi respiración, mirando las pulsaciones, que cada vez subían más y más. Estaba deseando llegar al punto de avituallamiento, necesitaba beber agua, me faltaba el aire, tenía mucho calor y me sentía muy congestionada. Empezaba a sentirme realmente mal. Mal por la organización porque cuando llegué al avituallamiento, no quedaba agua... Eso ya me terminó de destrozar... un vaso de acuarius caliente, que hasta me dio ganas de vomitar. Seguí corriendo, y a la altura de la laguna de los patos, me paré en la fuente para beber agua. Volví a correr, intentando recuperar el ritmo. Rotonda del Raso, y de vuelta, paro otra vez en la fuente.. seguía con tanta sed.. Un calvario!! De ahí a la Cuesta del Tirón... bufff... zancada corta, una, otra... a lo lejos oigo gritos de "Animo Charo!!".. sigo como puedo (Amalí & family animando), hasta llegar al llano que te lleva a otra cuesta más. Me acoplo a un grupo de dos, que no paran de darme ánimos, cuesta arriba, ya corono, y ahora cuesta abajo... Al final de la cuesta, veo un corredor... mmm... en dirección contraria!! Ahh!! Pero si es Jose!!! Queda algo menos de 2 K, y cual cotorra (muy de agradecer), no para de darme ánimos y contarme lo que viene y lo que queda. Entramos en la pista de atletismo, ya sólo son 200 interminables metros. "Levanta la cabeza y sonríe"... Y así lo hice, o eso intenté, porque el cuerpo ya no me respondía.

Por encima de lo que me había propuesto 01:07:15....

Otro desastre más a la buchaca.... Me pregunto entonces si esto es lo mío... La anécdota y lo que me puso una sonrisa en la boca fue que, al ver que tardaba, mis hijas pensaron que me había perdido, o confundido de calle... No daban crédito a que su mamá tardara "tanto"... Lo mismo imaginaron que llegaría la primera... Mis niñas...

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